
Pero este no es el tema de hoy, pues lo que iba viendo durante el trayecto hasta mi casa me dejaba pensando sobre algunas pequeñas soluciones que han sido establecidas en ciudades de otros países y que dan buen resultado.
Pero aún así creo que nada de esto puede realmente llegar a resolver el problema de fondo. Mucha gente en los paraderos esperando un transporte para que los lleve a casa después de una jornada de trabajo, a veces se debe de esperar hasta media hora para poder subir a una unidad que esté aceptablemente vacia y poder viajar colgado de la puerta luchando por no caer y si tenemos suerte podremos ir aplastados dentro de la combi soportando los frenazos y aceleradas del "conductor profesional".
Sólo basta hacer un pequeño ejercicio de pensamiento y podremos darnos cuenta que las personas pasamos más tiempo yendo y viniendo del trabajo que con nuestras familias. Al salir de casa apurados con el desayuno aún en la boca y pensando en todos los problemas que nos esperan por resolver en la oficina sólo nos queda esperar la combi y comenzar nuestra lucha.
Hace ya algún tiempo decidí no formar más parte de esta loca carrera y tratar de que mi vida a pesar de ser acelerada tenga una pausa y un momento de compartir con los que quiero. He separado una tarde a la semana para estar con mi hijo y dedicársela sólo a él, eso mejora de manera importante nuestra relación y aunque ni él ni yo somos de muchas palabras realmente nos llegamos a comunicar.
Ahora se está preparando para su examen de karate y yo estoy con él compartiendo un momento importante en su vida.
A veces presionados por nuestras deudas, el deseo y/o la necesidad de ganar dinero para el día a día nos hacen olvidar que lo realmente importante no es trabajar, lo realmente importante no es ganar dinero, lo que en verdad importa es el tipo de camino que recorremos en nuestras vidas y las personas que nos acompañan en él. Tal vez más de uno nos sintamos cansados, tristes, decaídos y a veces con falta de fuerza, pero nada de esto importa, lo que importan son los momentos que le damos a aquellos que queremos.
Y para terminarles dejo una pequeña canción que le cantaba a mi hijo cuando aún era un bebe de pañales y se despertaba llorando por la noche. Es es lo que nos pasa a todos en algún momento.
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