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lunes, 27 de febrero de 2017

Todos estamos en Infocorp

Muchas veces he podido escuchar por allí de muchas personas que dicen, yo no quiero estar en Infocorp. Bueno esto tiene varios puntos que debemos de analizar antes de poder dar un juicio final. Cualquiera de nosotros puede tener una cuenta de ahorros, hace algunos años aún se utilizaba la muy conocida Libreta de ahorros, esta no era otra cosa que un pequeño cuaderno en donde eran anotadas las distintas cantidades de dinero que nosotros podíamos ir depositando o retirando de nuestra cuenta.


De esta manera en el momento que quisiéramos podíamos darle una mirada a todo nuestro historial y darnos cuenta cual había sido el movimiento que tuvimos con nuestro dinero durante un tiempo determinado. Pero esta libreta de ahorros, tenía sus días contados. Y al rededor de 1990, es cuando se da el golpe de gracia a la libreta de ahorros y todo en la banca comienza a cambiar. El Banco de crédito inicia el ingreso de la tarjeta de débito, así como la crónica de una muerte anunciada, la libreta de ahorros desaparece.



Es hora de la tarjeta de débito, con la aparición de la misma, la banca comienza a dar un cambio muy importante en su relación con los clientes. Si bien hasta el momento era una relación distante y poco "amable" comienzan a aparecer algunos bancos que se dedicaban más al acercamiento con los clientes brindándoles productos que antes no estaban al alcance de las personas comunes. Es así que aparecen las cuentas de plazo fijo, los leasing para pequeñas empresas, y por supuesto las tarjetas de crédito personales se podían solicitar con mayor facilidad. Si bien los requisitos que se tenían que cumplir eran bastante estrictos.

Entonces aquí es cuando comienza la disyuntiva entre estar y no estar en Infocorp, Bueno, vamos por lo simple, si es que no deseas estar en infocorp es muy sencillo, nunca saques una tarjeta de crédito, nunca pidas un préstamo, nunca y tengas una chequera, nunca compres una casa con crédito hipotecario, nunca compres un automóvil con crédito vehicular, nunca pidas un préstamos para estudios, nunca pidas un préstamo personal. Nunca seas dueño y gerente de ninguna empresa. Es decir nunca tengas nada con los bancos, mantente alejado y nunca hables con ellos. Si cumples con todo esto, te doy mi palabra,  jamás estarás en infocorp.

Ahora que ya sabemos que la tarjeta de crédito es una herramienta por demás peligrosa, desagradable, mal intencionada, muy cara y que nos incita a endeudarnos y gastar más de lo que tenemos es muy fácil, nunca debemos de tener una.


 Pues mentira, la tarjeta de crédito no es peligrosa, no es desagradable, no es mal intencionada, es simplemente un pedazo de plástico que sirve para hacernos la vida más fácil. Entonces lo que debemos de tratar de hacer es estar en la lista verde de infocorp.  


viernes, 17 de febrero de 2017

Después de Navidad

Es interesante la manera en como las compras navideñas nos persiguen por gran parte del resto del nuevo año. Pues en la mayoría de los casos hemos hecho uso de ellas y si no hemos sido cuidadosos en estos momentos lo debemos de estar lamentando.

Entonces, que debo de hacer ahora para que la deuda de mi tarjeta no continúe ahorcándome. Por lo general lo último en lo que pensamos es en la tasa de interés que debemos de pagar cada vez que utilizamos nuestra tarjeta, es así que desde ahora será lo más importante para poder resolver nuestro problema con estas deudas.

Vamos a suponer que tenemos una tarjeta clásica, esta es una de las tarjetas más comunes y numerosas entre las personas, es decir los tarjeta habientes. Es así que pondremos como tasa de interés una de 70% anual. Que es la tasa de interés promedio entre las tarjetas clásicas de los diferentes bancos y financieras. Esto significa a grandes rasgos que por una compra de S/100,00 (cien soles) pagaremos en una año S/170,00 (ciento setenta soles).

Esto por lo general es así, debido a que en muchos casos hacemos nuestras compras en cuotas que pueden llegar hasta 24 en el peor de los escenarios. Entonces, ahora lo que debemos de hacer es comenzar a buscar algún banco que me cobre una tasa de interés más barata. Supongamos que logramos comunicarnos con un banco que nos cobra 40% de interés al año por comprarnos esa deuda. ¿Que debemos de hacer? Pues sin perder tiempo debemos de vendérsela. Pues la tasa de interés que me cobra esa menor a la que estoy pagano actualmente y en lugar de pagar 170 soles pagaré 140.

Es de esta manera que podemos ir bajando poco a poco el costo de nuestra deuda y así podremos terminar de pagarla en menos tiempo.