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sábado, 7 de noviembre de 2015

Mi tarjeta y Luminesce

Luminesce, la marca de una linea de productos de belleza, a decir verdad bastante buenos. Estos productos tienen una linea divisoria muy marcada que los separa por sus efectos. De un lado tenemos a ageless un producto que realmente parece hacer magia. es decir cuando una persona se lo aplica, las líneas de expresión y las cicatrices desaparecen como por arte de magia.



Todo esto se logra gracias a ciertos componentes que realizan esta labor, de manera casi inmediata, y podemos ver como esto ocurre frente a nuestros propios ojos. Pero, claro siempre existe un pero para todo. Pero el efecto mágico de este producto dura como máximo 8 horas, justamente el tiempo en el que una persona permanece trabajando en la oficina. Esto quiere decir, que cualquiera que desee verse renovada o renovado, puede usar el producto y su apariencia será de una persona muchos años menor.

Por el otro lado está un pequeño grupo de productos, que poseen un componente diferente, que logra un cambio menos radical en el corto plazo, pero que en definitiva, al utilizarlo por un periodo más largo, consigue que los efectos de rejuvenecimiento del primer producto mencionado, sean duraderos y las señales de la edad se mantengan lejos de nosotros por un largo tiempo.

Es así que pensando un poco en todo esto, me di cuenta que el comportamiento de estas dos lineas de productos, poseen el mismo resultado que tiene el utilizar nuestra tarjeta de crédito. Bueno y ¿Esto como va? Pues es simple. Si es que utilizamos nuestra tarjeta de crédito, para pagar pequeños gustos que solo nos darán satisfacción momentánea, la misma que desaparecerá junto con la luz del día, estaremos engañándonos con su uso, y las arrugas aparecerán en poco tiempo.Pero si por el contrario, utilizamos nuestra tarjeta de manera inteligente y hacemos las compras adecuadas y las pagamos de la manera adecuada, podremos ver que los beneficios que obtengamos serán mucho mayores y de más larga duración.

Una explicación muy completa en mi libro "Amo a mi tarjeta de crédito", te será útil si es que tienes una, y si no la tienes, te enseñará porque es bueno tenerla.

Sigamos adelante.

Augusto Peralta    

martes, 3 de noviembre de 2015

Bicicleta Roja.

La construcción de nuestro bienestar y el de los que queremos, empieza por el más grave de todos los problemas que podemos tener "El mal manejo de nuestros Dinero".

Cuando utilizamos el dinero que obtenemos fruto de nuestro trabajo, muchas veces no lo hacemos con el suficiente cuidado y empezamos a gastar más de lo que realmente tenemos y podemos. Recuerdo cuando de pequeño vivía con mi familia en "Huarica" un pequeño pueblo en algún lugar de Cerro de Pasco, vivíamos junto con las familias de otros médicos, cuyos hijos también compartían con nosotros nuestros juegos y aventuras.

Es aquí en donde recibí como regalo mi primera bicicleta. Era de color rojo oscuro, con rueditas de apoyo, no bien la vi quedé absolutamente emocionado y me subí en ella comenzando a pedalear, todo iba bien hasta que decidí que quería bajar la "rampa", la misma que separaba la residencia de los médicos del edificio del hospital.

Se parecía mucho a las rampas que podemos encontrar hoy en los edificios de estacionamiento, es así que decidí iniciar mi aventura y montado en mi bicicleta nueva tomé camino hacia aquella rampa, pedalee un poco y lo demás lo hizo la gravedad. La bicicleta inició su viaje cada vez más rápido, y claro no habría habido ningún problema si es que la rampa fuese recta, pero no lo era, tenía una curva hacia la derecha. Aquí es donde comenzó mi problema, pues tenía que bajar la velocidad de la bicicleta para poder dar la vuelta, como recordarán tenía rueditas y esto impedía que un ciclista principiante como yo en ese momento,pudiera inclinar la bicicleta para dar la vuelta.



No tuve mejor idea que frenar, claro no tendría porque ser un problema, siempre y cuando lo hubiera hecho con los frenos posteriores, como dije, falta de experiencia, frené casi en seco con los frenos delanteros y la bicicleta se volteó hacia la izquierda lanzándome fuera de la rampa hacia el jardín (uuuuffff), felizmente toda esa aventura, terminó solo con algunos raspones en las manos y rodillas.

Bueno y que hice después de esto, practicar y practicar, y nunca más utilizar los frenos delanteros. Después de algunos días ya podía bajar la rampa sin tener que aterrizar en el jardín lateral.

Es lo mismo que nos ocurre cuando comenzamos a manejar por primera vez nuestra tarjeta de crédito, nos sentimos muy bien con nuestro "juguete nuevo" pero nos olvidamos de que nos es un juguete. La debemos de manejar con cuidado y practicar muchas veces y poco a poco para ir aprendiendo las mejores maneras de usarla y sacarle el máximo partido.

Si quieres aprender como manejar tu tarjeta o quieres sacar una por primera vez, no lo olvides siempre debemos de ir despacio y con cuidado, evitando usar el freno delantero.

Sigamos adelante.

Augusto Peralta Aguilar.

   

sábado, 25 de julio de 2015

Para tomar mejores Fotos

Como ya estamos acostumbrados, cuando eramos pequeños nuestros padres hacian cosas que nosotros no terminábamos de entender muy bien. Cuando les preguntábamos nos decían cosas como: es por tu bien, es para que las cosas salgan mejor, porque soy tu papá y otras tantas razones que para nosotros eran totalmente incomprensibles.

Recuerdo una vez, tenía más o menos 10 años, cuando encontré a mi papá tomándole fotos a una foto. Me quedé parado a su lado mirando, y no conseguía entender el porque estaba haciendo lo que hacía. Tomárle fotos a una foto que había sido impresa, que sentido podría tener eso. Momentos después le pregunté ¿porque le tomas fotos a una foto? Su respuesta no se hizo esperar, para poder tener el negativo y sacar las copias que yo desee.



En aquellos días eso tenía sentido, pues las cámaras utilizaban rollos de película y estos se debían de mandar desarrollar en una casa fotográfica y recién después de esto se podían ver los resultados de todas las fotos que habíamos tomado. Todo este proceso demoraba varios días, pues como el rollo con mayor cantidad de vistas llegaba solamente hasta 36, cuidábamos mucho cada foto que tomábamos.

El utilizar una tarjeta de crédito era algo similar, no existían los terminales P.O.S., no se podían hacer transacciones en línea, ni tampoco podíamos levantar el teléfono y hacer un  pedido para que nos lo trajeran a casa. Desde aquellos días hasta lo que podemos vivir hoy, han pasado muchas cosas y muchas otras han cambiado. Hoy es más fácil gastar dinero que se tiene y el que no se tiene.

Esta lucha permanente entre los administradores de las tarjetas de crédito y los usuarios de las mismas, muchas veces acaban mal para los usuarios y resulta muy difícil el corregir este problema y lo peoro de todo los bancos no hacen mucho por ayudarnos excepto reestructurar nuestra deuda, Cuando lo que realmente necesitamos es que nos enseñen a utilizar nuestras tarjetas.

Para poder aprender el manejo y como sacarle provecho a tu tarjeta de crédito escribí el libro "Amo a mi tarjeta de crédito" en él podrás encontrar de manera fácil y divertida muchas situaciones comunes entre las personas y la manera fácil de resolverlas.      

domingo, 12 de julio de 2015

Amo a mi tarjeta de crédito

Cuando estaba en la universidad la conocí y desde ese momento no la dejé nunca, más a pesar de todo lo que se pueda decir de ella, bueno o malo, finalmente caemos en la conclusión de que es necesaria si es que deseamos conseguir ciertas cosas en menor tiempo, pero como la usamos es lo que hace la diferencia.

Hace un mes retiré varios volúmenes empastados en acabados a full color, 166 páginas impresas y el resultado de varios meses de idas y venidas desde la editorial,  además de un año escribiéndolo. Una sensación interesante es la que te invade cuando ves que por fin obtienes un resultado frente a todos los esfuerzos que tuviste que hacer y que alguien más puede ver estos resultados.

"Amo a mi tarjeta de crédito" es una obra que nació a partir de una idea que tuve hace mucho, y todo porque no podía explicarme la razón por la que tantas personas que tenían una tarjeta de crédito hablaban mal de ella o de los bancos. Entonces como hacer que las cosas cambiaran de sentido y explicar la manera de que nuestra tarjeta jugara a nuestro favor.

Cada vez que hacemos algo, siempre tratamos de que juegue a nuestro favor, pero les tengo una noticia, no solo somos nosotros también son los bancos los que quieren sacar ventaja. Entonces, como convertir el juego que favorece a los bancos, en un juego que nos favorezca a nosotros. A decir verdad esto no es imposible, y podemos además hacer que el banco nos de premios y nos pague por utilizar la tarjeta.


En muchos casos hemos conseguido una tarjeta de crédito porque los bancos nos la ofrecieron e hicieron de todo para que la aceptemos, pero las cosas no deben de quedar allí, pues muchas personas simplemente tienen una tarjeta pero no la usan porque dicen que es mala o que no saben utilizarla, y justamente es aquí en donde entra mi libro, en él podremos encontrar muchas maneras de utilizar nuestras tarjetas de crédito y ganarle al banco.

Podremos aprender a como leer nuestro estado de cuenta, de que manera conseguir tasas de interés más bajas o como hacer para ir al cine hoy y pagarlo el mes que viene sin ningún tipo de interés. Y lo más importante aprenderemos a evaluar a los bancos antes de aceptar alguna de sus tarjetas.

Recuerda ya no existe la letra pequeña en el contrato, todo está claro y es fácil de entender, solo debemos de saber cuales son las respuestas que estamos buscando. En mi libro "Amo a mi TARJETA de CRÉDITO" podrás encontrar muchas respuestas.

Un fuerte abrazo y sigamos adelante.


Augusto.

sábado, 23 de mayo de 2015

Azul o Amarillo

Todo es bueno cuando se trata de mejorar, pero a veces creo que las personas exageran un poco. Ya tiene varias semanas de iniciada la obra y con esto se ha visto alterado de manera importante todo el tráfico, pero eso no lo es todo.

Si es que vamos una cuadra más abajo del famoso by pass de la Av. Arequipa, nos encontraremos con otro problema todavía peor.  En el Ovalo Jorge Chávez podremos observar que se han instalado cerca de 13 semáforos nuevecitos de última generación, pero lo más gracioso es que ya tienen all más de dos meses y todavía no funciona ninguno de ellos.


Esto quiere decir que a parte del gran congestionamiento causado por el famoso by pass se tiene que luchar con  el embotellamiento del Ovalo una cuadra más abajo. Se que dirán que Castañeda está haciendo obra y que todo es para que Lima mejore. Pero mi pregunta es a parte de los dos años que hipotéticamente demorará esa obra ¿los semáforos también estarán dos años apagados?

Nade se ha detenido a contar cuantas horas hombre se pierde en cada uno de estos monumentales atascos. Sin ir muy lejos hace dos días, estaba en la primera cuadra de Guzmán Blanco y al acercarme al cobrador de un micro le dije "Cincuenta hasta el Circulo Militar" y él muy seguro de si me dijo, "Hasta el Círculo es un sol" y se subió al estribo y el bus arrancó.

Yo comencé a caminar por la Av. Salaverry y el ómnibus a mi lado, seguía caminando y avanzando y el ómnibus se demoraba más que yo, transcurridos más o menos 20 minutos llegue a pie hasta el Circulo Militar y el ómnibus aún no llegaba.

Si hubiera aceptado los cincuenta céntimos que le ofrecí se los habría ganado fácil, pero no quiso y por el afán de ganar toda la torta se quedó sin nada. Creo que es de esta manera que actúa nuestro actual Alcalde. Malogra vías, interrumpe calles, modifica rutas, encarece el transporte y no brinda ninguna alternativa para mejorar las cosas. Al comienzo criticaba a Villarán, ahora ¿a quien le echará la culpa?    

lunes, 13 de abril de 2015

Monopolio Azul

Ya hace un buen tiempo que todo esto comenzó, primero con la excusa de aligerar el tránsito en la avenida Arequipa y Garcilaso de la Vega (Wilson), después con el cuento de que era la primera parte de un gran proyecto de reorganización del tránsito en Lima. Pero sea como fuere, lo lamentable es que hasta el día de hoy sigue siendo un problema y no la gran solución que Villarán pretendía.

Hoy el tránsito en la avenida Arequipa es tan caótico como lo era antes del magnífico corredor azul. Sólo que ahora en lugar de las combis asesinas tenemos un enjambre de taxistas y colectiveros igualmente desquiciados y problemáticos que lo único que hacen es sobrecargar el tránsito. Antes una combi podía llevar hasta  40 personas hoy para llevar la misma cantidad de pasajeros se necesitan 10 de esos colectivos piratas, resultado, mayor congestión. 

Las cosas han cambiado, tal y como quería Villarán. Pero la cuestión es que han cambiado pero no para mejor. Las calles aledañas se han convertido en un panal de abejas motorizado con una afluencia de vehículos muy por encima del número que realmente pueden soportar. Las horas perdidas para poder llegar a nuestros destinos se cuentan por cientos. Y esto lo único que ha logrado es que la informalidad en el transporte se apodere de las calles y los conductores de combis piratas tengan hoy mejores ingresos y menores rutas que en cualquier otro momento. Es decir todos ganan menos los pasajeros.

Podríamos dar un pequeño ejemplo del caos reinante en nuestra querida Lima, ahora con un nuevo y flamante alcalde que la verdad me parece tan inútil como su antecesora. Un viaje entre la cuadra 4 de la Av. Arequipa y Garcilaso de la Vega con Quilca, antes tomaba 25 minutos como máximo entre ida y vuelta y me costaba dos soles, hace unos días me costó S/.2,40 y me demoró una hora y media. Todo esto porqué, pues muy simple, porque hoy existe un monopolio de rutas.

Exacto, monopolio y como todos sabemos el monopolio es la manera menos efectiva y más nociva que tiene el mercado para atender las necesidades de los consumidores. Antes para desplazarme entre la avenida Bolivar en  Pueblo Libre y la avenida Ayacucho en Surco tomaba un solo carro y pagaba dos soles, claro me demoraba más o menos una hora o una hora y veinte minutos. El día de hoy debo de tomar tres carros y entre bajadas, esperas y subidas me demoro dos horas y media y gasto tres soles.


Todo esto es realmente extraordinario, Villarán consiguió hacer los que nadie había hecho antes, dejar a Lima peor de lo que la encontró, pero eso no es todo ahora su sucesor, Castañeda, no solo no está arreglando el desastre, lo está agrandando, no a tenido mejor idea que bloquear las cuatro primeras cuadras de la avenida Arequipa en ambos sentidos, lo mismo que Garcilaso de la Vega hasta la Av. 9 de Diciembre. ¿Hasta cuándo seguirá esto?