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martes, 3 de noviembre de 2015

Bicicleta Roja.

La construcción de nuestro bienestar y el de los que queremos, empieza por el más grave de todos los problemas que podemos tener "El mal manejo de nuestros Dinero".

Cuando utilizamos el dinero que obtenemos fruto de nuestro trabajo, muchas veces no lo hacemos con el suficiente cuidado y empezamos a gastar más de lo que realmente tenemos y podemos. Recuerdo cuando de pequeño vivía con mi familia en "Huarica" un pequeño pueblo en algún lugar de Cerro de Pasco, vivíamos junto con las familias de otros médicos, cuyos hijos también compartían con nosotros nuestros juegos y aventuras.

Es aquí en donde recibí como regalo mi primera bicicleta. Era de color rojo oscuro, con rueditas de apoyo, no bien la vi quedé absolutamente emocionado y me subí en ella comenzando a pedalear, todo iba bien hasta que decidí que quería bajar la "rampa", la misma que separaba la residencia de los médicos del edificio del hospital.

Se parecía mucho a las rampas que podemos encontrar hoy en los edificios de estacionamiento, es así que decidí iniciar mi aventura y montado en mi bicicleta nueva tomé camino hacia aquella rampa, pedalee un poco y lo demás lo hizo la gravedad. La bicicleta inició su viaje cada vez más rápido, y claro no habría habido ningún problema si es que la rampa fuese recta, pero no lo era, tenía una curva hacia la derecha. Aquí es donde comenzó mi problema, pues tenía que bajar la velocidad de la bicicleta para poder dar la vuelta, como recordarán tenía rueditas y esto impedía que un ciclista principiante como yo en ese momento,pudiera inclinar la bicicleta para dar la vuelta.



No tuve mejor idea que frenar, claro no tendría porque ser un problema, siempre y cuando lo hubiera hecho con los frenos posteriores, como dije, falta de experiencia, frené casi en seco con los frenos delanteros y la bicicleta se volteó hacia la izquierda lanzándome fuera de la rampa hacia el jardín (uuuuffff), felizmente toda esa aventura, terminó solo con algunos raspones en las manos y rodillas.

Bueno y que hice después de esto, practicar y practicar, y nunca más utilizar los frenos delanteros. Después de algunos días ya podía bajar la rampa sin tener que aterrizar en el jardín lateral.

Es lo mismo que nos ocurre cuando comenzamos a manejar por primera vez nuestra tarjeta de crédito, nos sentimos muy bien con nuestro "juguete nuevo" pero nos olvidamos de que nos es un juguete. La debemos de manejar con cuidado y practicar muchas veces y poco a poco para ir aprendiendo las mejores maneras de usarla y sacarle el máximo partido.

Si quieres aprender como manejar tu tarjeta o quieres sacar una por primera vez, no lo olvides siempre debemos de ir despacio y con cuidado, evitando usar el freno delantero.

Sigamos adelante.

Augusto Peralta Aguilar.

   

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